Como nadie ha venido a decírmelo en persona he leído en el teletexto que la soledad postmoderna representa un drama en estos tiempos; que es inadmisible perderse en su desenlace algo tan valioso como la vida, y que conviene por tanto estar atento aun sin serlo y hacer caso de los demás; que lo recomiendan sociólogos y psicólogos con otros expertos en asistir a lo social, porque hasta el vulgo sabía que más vale prevenir que curar pero aun así, en cualquier caso, sigue siendo una de esas leyes que se cumple en casi todos los casos con sólo que se les haga caso desde un principio; y que por lo visto, en fin, ahora se propone reintroducir en el acto al menos en ciertos ayuntamientos la figura misericordiosa de las visitadoras a domicilio para intentar así, yendo al caso, remediarlo animando a ancianos en riesgo de exclusión en cualquier momento y sobre todo en los bajos, compartiéndolos con ellos a modo de medio consolador.
Y ya es mala pata, tenían que venir a tocarme a mí no la puerta sino el casi y la excepción y ningún ayuntamiento de los ciertos, como siempre. Claro que aun sin venir al caso en mi caso está claro, lo mío no tiene remedio, toda la vida en un riesgo grave de inclusión en toda ley y sin querer hacerme caso ni caerme del burro, pese a la gravedad de la materia, sobreviviendo empero bastante entero y en mis cabales. Así es que tampoco tengo tanta prisa por recibir esa visita, al parecer inevitable, que acabe con mi soledad de una vez por todas las demás haciéndola caso definitivamente y de todas todas por una vez a la vez. Pues entretanto he aprendido con el tiempo lo que esconde su secreto a veces, nada mejor que no huir de la inexorable camino de Isfaján para topármela en el de Mosul otra vez la misma, conque tampoco pienso salir a escape de mi casa para quedarme en el sitio solo sólo que en otro sitio.
Así es que aquí mismo declaro sin esperar más que prefiero esperar a que en último caso me haga caso el forense, aunque sea clínico. Pero ojo, no se vaya a tomar por síntoma de alguna incapacidad social que me lleve a recelar de los demás porque no los reconozco como mis semejantes o algo por el estilo. Que conociéndome sería absurdo suponer algo así y no más bien lo contrario: porque me conozco y sé que, llegando entretanto el caso, una vez que psiquiatras y psicólogos me hagan caso ya no podrán hacerme caso como es lógico y su obligación en nada de lo que les diga, trastornado como estaré aunque no sin razón, de suerte que ya incontestablemente ni mi no sea no ni pueda negarme a ningún tipo de inserción.
*
Y como siempre tienen razón, y como es mejor prevenir que curar, aquí mismo confirmo primeramente no precisar sus servicios ni volver a tirar de su cadena jamás, habiéndome hecho ya caso de sobras para los restos muchas veces en mi vida muchas personas y de mucha ley, más que suficientes y algunas tan soberbias como para que no sea caso mencionarlas ahora; y otrosí no quedándome más caso que hacerme sino de mi lengua, aquí mismo declino que me hagan cualquier tipo de caso, en conjunto o uno por uno y para que no haya duda nominativamente asistentes sociales, abogados, psiquiatras o psicólogos como yo por ejemplo, o como yo pecador acusativamente fiscales, inspectores de hacienda o directores espirituales y ah, que no se me olvide, ni amantes ni militantes gemidos ni gruñidos vocativamente a coro por no hablar, claro, de tertulias congeniales con congéneres geniales así como de parejas congénitas en general con amistades genitivamente congenitales en particular o al revés, o boca arriba; que tanto monta para el caso mientras sea caso que monte tanto como para abrazar lo mismo a reformadores conformistas que a transformistas conformadores de los fines en los medios, por descontado declinando hablar de lo que hace al caso vía indirecta mediante sugerencia de afinidad a afinar mediante su gerencia, a fin de dar dativamente hablando cualquier palabra por tomada a cualquier fin por todos los medios o de tomarla como por dar al fin, por cualquier medio, o por todo el medio a cualquier fin o en fin a cualquier medio por todo fin publicable en principio al menos, que al fin es donde se encuentra de medio a medio toda virtud de rabo al cabo o al cabo del rabo, que tanto monta porque monta tanto como viceverso en prosa en la actual actualidad virtualmente real por delante y por detrás, aunque mejor de perfil realmente virtual; y en fin por no extenderme yo tampoco como perito o reportero de seguro, y portero de burdel probablemente, circunstanciando cuanto pudiere ser el caso al que hacer caso irresistiblemente siempre en determinadas circunstancias por determinar siempre, en su caso yo, yo en su caso renunciaría a hacerme caso tan circunstancial no sólo como en cualquier burdel, sino como el que hace profesionalmente al caso de cualquier comunicador retórico o lingüista, pragmatista o psicópata pero ante todo prescindible como yo por ejemplo hablativamente ablando como quien dice, y por qué iba a ser, por no extenderse como es debido mejor recurriría a la ablación para podar las ramas por las que irse ablativamente hablando, y ab lato expresamente lo lato dejaría de hacer caso a semejantes supuestos y a etcéteras implícitos hasta el infinito lejano (conque no dirán que no los hago caso en regla, que hasta les doy consejo) para hacer caso al más prójimo sólo: y sólo en lo que es el caso que se hace normalmente solo, sin ir más lejos, todo en el mundo.
Eso sí, y valga latamente como conclusión: con exclusión expresa y bula sine die para que me haga el caso que estime pertinente (incluído el dual a solas) el latinista superviviente, tan solo el pobre que ya no rige en ningún caso ni de palabra; bien que sólo a petición expresa del interesado en el caso, en el caso yo, sin hacerle caso en ningún otro caso y circunstancia ni como coro ni como voz cantante ni a dúo; y aun en tal caso con restricciones clamorosas que ya sin limitaciones se concretan como siempre supra o infra en lugar que no hace al caso-[1]
*
Post scriptum.- A lo que solo añadiré una cosa aún que llaman a la puerta, a ver si ando herrado borrico de mí y al final va a ser la profesional del ayuntamiento; y además claro por que no se diga, al menos el latinista, que no le hago caso como es debido en todos los casos y en toda regla porue me dejaba uno. Pues bien: llegados circunstancialmente a lo último de ese último caso que es el de la soledad y apartamiento pero no circunstancial sino absoluto de cuanto hace al caso, reducido pues a mera circunstancia sólo como solo el sol o como el alba alzada, perdida pues sin verbo que esperar ni esperanza que verbalizar cualquier necesidad de culminación en la frase del tiempo que no obstante prosigue, y reconocida de antaño la ablación absoluta de pleno derecho entre los casos posibles de cómo venir la cosa al caso, en el caso no viniendo en absoluto o pongamos por caso ilustrativo Diógenes viniendo en su tonel a ser ciudadano, y de pro; desusado luego empero lo ablativo absoluto desde hace tanto, mas a la par obligado a hacerse caso como yo, nominalmente al menos declinable o aceptable por otros como invitación para visitas circunstanciales más o menos intimidatorias en la intimidad, y sobrevenido así en fin el deber de participar como participiante presente pasado o futuro jugando a conjugarse en un verbo común donde los hubiere, aun si hubiere de ser mediante ausencia pero en tal caso la expresa y señalada y no la lata, llegado tal caso darse la lata apartándose a un lado y quedarse ab lato sin señalarlo es caso escaso, que en tal caso sin duda hoy merece más que ninguno que se le haga caso venga o no venga al caso, que es a lo que vamos yendo al caso aquí y ahora en la actualidad actual.
Por más que acaso viniera mejor y antes al caso –porque al final no llamaba nadie sino el viento- si me pusiera en mi caso a hablarles de margen y exclusión, y de mi nolugar exclusivo hasta el extremo del anular incluso anillo excluso cualquier tipo de visita espeleológica a mis interioridades, hasta el mismísimo culo, o aun mejor del autsaider del istisaider levantino que llevo dentro o del güestesaides tori o tora en mi encierro que ya tanto monta: porque si con esto no me he ganado una visita para esa cosa tan nueva del ayuntamiento ya no sé cómo hacerlo.
&
[1] P. Assim et al., Pasimisipas y Misá, Adelante, Patrás (07) [Te toca, tetica, Scasi Scala, Milán (69); trad. P. Lasideau, D. Aumy-Ngo].
Comments are disabled for this post